quarta-feira, 15 de novembro de 2017

The Guardian (Reino Unido) – Fox and other top broadcasters involved in Fifa bribe scheme, witness tells court


Oliver Laughland in New York

Some of the world's largest broadcasters, including Fox Sports, were involved in bribe payments to Fifa officials in order to secure the broadcast rights to major South American football tournaments, a key witness in the investigation into corruption at football's governing body has told a federal court in New York City.

Alejandro Burzaco, the former CEO of Torneos y Competencias, a major sports marketing company based in Argentina, testified that five other companies he had partnered with, including Brazilian network Globo and the Mexican network Grupo Televisa, had bribed Fifa officials during his tenure.

Burzaco gave evidence on the second day of the trial of three former South American football administrators, charged with accepting millions of dollars in bribes. The hearing is part of a sprawling federal investigation into endemic corruption at Fifa resulting in over 40 criminal charges filed against football and marketing executives implicated in the global conspiracy.

Burzaco has already pleaded guilty to racketeering, wire fraud and money laundering conspiracies after he was indicted in 2015, and has since been assisting US authorities. He is one of 23 people to have pleaded guilty already.

The court heard how Burzaco had paid regular bribes, often six-figure sums, primarily to six senior officials of the South American football governing body, Conmebol, in exchange for the broadcast rights to the Copa Libertadores, South America's premier international club competition.
Prosecutors homed in on the activities of T&T, a sports marketing company that has, since 2002, been jointly owned by Torneos y Competencias and Fox Pan American Sports and held the rights to the tournament.

The court was presented with a series of contracts between Conmebol and T&T, relating to the extension of broadcast rights for the tournament in 2008. Burzaco told the court he had paid senior officials, including the Argentinian football executive and former senior Fifa vice-president Julio Grondona and the former Conmebol president Nicolás Leoz, a range of "special bribes" ranging between $500,000 to $1m to secure the extension. The money was in addition to annual bribes, between $300,000 to $1.3m, that the six senior Conmebol officials were already receiving from T&T for the rights to tournament.

T&T, Burzaco said, had created a sham company to pay out the one off cash sums. The court saw a contract between T&T and an entity named Somerton for $3.7m.

"It's not a real contract, sir," Burzaco conceded as he told the court all the money had gone to pay off the officials. Burzaco noted one of the contract's signatories was the former Fox Pan American Sports chief operating officer James Ganley. Burzaco had earlier told the court that Fox had become the majority owner of T&T in 2005.

Fox Sports did not immediately return a request for comment.

Earlier in the day, Burzaco had also said he had paid bribes to the three former football executives on trial.

José María Marín, the 85-year-old former head of Brazil's football federation, Juan Ángel Napout, the 59-year-old Paraguayan who was president of Conmebol, and Manuel Burga, the 60-year-old former president of the Peruvian football federation, have denied multiple counts of racketeering, wire fraud and money laundering.

El País (Espanha) – ¿A quién le interesa la ola de intolerancia religiosa que sacude Brasil? / Coluna / Juan Arias

El País (Espanha) – ¿A quién le interesa la ola de intolerancia religiosa que sacude Brasil? / Coluna / Juan Arias


La agresión física a símbolos y devotos podría constituir el último eslabón de la barbárie

Brasil está destruyendo uno de sus mayores valores: su proverbial tolerancia religiosa y su convivencia pacífica entre las diferentes confesiones. ¿A quién interesa esa ola iconoclasta que, como ha publicado este diario, ha crecido en solo cinco años un 4,9%, con una denuncia cada 15 horas por hostilidad o profanación a lugares de culto y personas que los dirigen?

Los más perseguidos son los lugares de culto de las religiones de matriz africana, pero alcanza también a templos católicos y protestantes, iglesias evangélicas, centros espiritistas y sinagogas judías. Se queman imágenes de los orixás, se destruye a martillazos una imagen de Nuestra Señora de la Aparecida, se violan los sagrarios de las iglesias católicas echando por tierra las hostias consagradas y no se respetan ni los cementerios.

Estamos ante un hecho nuevo y urge descubrir qué de turbio se esconde detrás de esa nueva guerra contra lo sagrado. Que a un Brasil atravesado por una peligrosa corriente de odio político y social se le quiera añadir la intolerancia y agresión física a símbolos y personas religiosas podría constituir el último eslabón de la barbarie. La tolerancia y la riqueza de entidades religiosas que conviven en paz en este país fue fruto de una feliz conjunción histórica de encuentro de tres creencias que aportaron los tres pueblos que engendraron a Brasil: la indígena, la cristiana, herencia de los europeos, y la africana, de los cuatro millones de esclavos.

El largo y peligroso trabajo llevado a cabo por las diferentes creencias religiosas para defender a sus dioses produjeron el milagro del sincretismo pacífico. No fue llevado a cabo sin dolor, pero Brasil consiguió mantener la esencia de las tres raíces espirituales caminando juntas y hasta mezcladas, que dieron vida a una riqueza religiosa y cultural quizás única en el mundo.
Esta sinergia llevó a que Brasil fuera uno de los países más permeados por lo sagrado y, según no pocos analistas de las religiones, con una diferencia significativa, ya que colocó lo sagrado en el corazón de la vida para liberarla de los miedos de las religiones monoteístas inyectándole dosis de felicidad y de amor por la Tierra y por la vida, la de carne y hueso.

Fueron las creencias africanas las que ayudaron a los brasileños a ver con ojos nuevos, por ejemplo, no solo la vida sino también su final, ya que que en ellas los muertos, como escribió el poeta senegalés Birago Diop, “no están bajo la tierra, están en el árbol que gime”. Siguen vivos y a nuestro lado para protegernos.

Triste paradoja la de que Brasil haga terrorismo con las creencias religiosas de origen africano cuando empiezan a ser importadas por el Occidente racionalista. La madre de santo alemana, Gabriela Hilgest, le confesó a mi colega Carla Jiménez, que los brasileños “son espiritualmente más desarrollados que los germanos”.

Hoy se puede ser creyente, agnóstico o ateo, pero queramos o no, es imposible eludir la pregunta de por qué se muere, que según los especialistas fue el origen de todas las religiones. El nobel de literatura, el ateo José Saramago, decía que si los hombres dejasen de morir, se acabarían las religiones. Pero seguimos muriendo, y las creencias, todas, con sus luces y sombras, con sus símbolos sagrados y credos diferentes, nos recuerdan que la vida seguirá atravesada por la duda ya que nadie ha resuelto aún el enigma del más allá.

Hay símbolos y arquetipos como los de la vida y la muerte, la Madre Tierra o lo sagrado, que o se respetan o resbalaremos hacia una nueva barbarie tan peligrosa, si cabe, como la política o la social. Sólo los animales no tienen cementerios ni dan culto a sus muertos, aunque parece que los elefantes se alejan para morir en un sitio especial para ello. Perseguir o despreciar cualquier tipo de búsqueda espiritual es querer apagar con violencia la curiosidad -y quizás la necesidad- que el hombre sigue teniendo por el misterio.